miércoles, 13 de enero de 2016

Poesía - Jorge Arbenz

Era hermosa
la mujer con dos hijos
la conoció a través
de unos amigos aunque eso
no tiene importancia

Se querían regularmente
Casi todos los días A veces
menos o nada

Cantaban villancicos que a él
le parecían alegres como todo en
esa familia sin obligaciones 

Les gustaban las luces 
de los comercios 
de las calles o 
comprar regalos Sonreír
a los vecinos 

Un día      Javier

el pequeño

le llamó Papá y no volvió a verlos
nunca más 
Se acabaron las canciones
los paseos los juegos de
mesa para calmar las tardes
la doble vida que
le sostenía con la firmeza
propia de las mentiras