Con el café
cada mañana
soy testigo de la ternura
de dos muchachos
Se miran se hablan
pronuncian palabras que no tienen sentido
para nadie que no sean ellos
Sus oídos sus ojos sus manos sus voces
por y para ellos
Hoy he querido escucharles
llevado por la curiosidad
y la envidia Más cerca de ellos
en la mesa de al lado
El más alto le decía al otro
con la dulzura del amor recién
descubierto
Tócame Fóllame
«General, vigile a su hija: ha intentado sentarse sobre mis rodillas cuando yo aún estaba de pie». Phillip Marlowe.
jueves, 19 de noviembre de 2015
domingo, 8 de noviembre de 2015
Poesía - Jorge Arbenz
Y ahora
alguien debe hablar de ello
mi asombro por esos
jóvenes
Traje corbata abrigo bufanda Casi adolescentes
con las manos
enterradas en los bolsillos
Aleteando torpemente los brazos
Esos jóvenes
condescendientes irrelevantes desganados
con las manos
enterradas en los bolsillos
de buena familia
de buena estampa
de buenos colegios
perfumados
miserables
alguien debe hablar de ello
mi asombro por esos
jóvenes
Traje corbata abrigo bufanda Casi adolescentes
con las manos
enterradas en los bolsillos
Aleteando torpemente los brazos
Esos jóvenes
condescendientes irrelevantes desganados
con las manos
enterradas en los bolsillos
de buena familia
de buena estampa
de buenos colegios
perfumados
miserables
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