sábado, 28 de junio de 2014

Morder

Todo lo que tiene de bello el fútbol, que es mucho, se diluye en la caterva de palurdos y mafiosos que se han apoderado de él. Muchos de ellos han tenido a bien disculpar la conducta patólogica de un jugador, Luis Suárez, que de manera reiterada muerde a sus rivales, lesionando de cierta importancia a dos de ellos.
Creo que pocas cosas relacionadas con el fútbol me sorprenden, pero que mi presidente Mujica disculpe a un tarado y encuentre "viril" su conducta deplorable por la sola razón de haberse producido dentro de un campo de fútbol ("... a Suárez no se le pide que sea filósofo o médico, él es un jugador de fútbol excepcional.") me llevará a escuchar, a partir de ahora, sus brillantes discursos con mucha distancia.