domingo, 24 de junio de 2012

Silencio

La televisión pública de Cataluña ha tenido a bien no dedicar ni una palabra a la memoria de Juan Luis Galiardo, actor excelso que había pasado largas temporadas en la ciudad; conocedor y admirador de varios autores catalanes. Hombre de bien, a decir de sus amigos y compañeros.

No cuesta tanto dejar de mirarse el ombligo de vez en cuando, recordar aquella Barcelona que cautivaba por su aire de libertad, por su interés hacia todo lo bueno que pudiera venir de otros lugares, de otras culturas. Qué pena más grande, qué derrota irreversible ha conocido la cultura en esta ciudad, que no puedo dejar de querer.

Por aquí paseaban del brazo Vargas Llosa y García Márquez, comentando entre ellos las últimas novedades de todas las literaturas que se hacían en la ciudad. Que eran todas.

Qué pena más grande.