jueves, 29 de diciembre de 2011

Poesía - Jorge Arbenz

Son tan
ligeros
estos días

Alegres como
tus labios
rojos
alegres como
tu vestido
rojo
alegres como
tu nombre
alegres como
mi alegría

Y
están tan
llenos de
luz que
no parecen
de navidad

estos días
que me
regalas

miércoles, 28 de diciembre de 2011

A veces, gran amor

Tal vez sean las fechas, tal vez que me estoy haciendo viejo, tal vez mi romanticismo incurable. O será una combinación de factores, pero, sea lo qué sea,  esta historia me ha alegrado el día: bella y llena de ternura, de la verdadera ternura que solo destilan los amores más grandes y puros, esos que la mayoría de nosotros debemos conformarnos con imaginar.
En fin, que no todo son tonterías de santos inocentes y reyes campechanos.

martes, 27 de diciembre de 2011

El oficio del poeta - José Agustín Goytisolo


Contemplar las palabras
sobre el papel escritas,
medirlas, sopesar
su cuerpo en el conjunto
del poema, y después,
igual que un artesano,
separarse a mirar
cómo la luz emerge
de la sutil textura.
Así es el viejo oficio, pero
del poeta, que comienza
en la idea, en el soplo
sobre el polvo infinito
de la memoria, sobre
la experiencia vivida,
la historia, los deseos,
las pasiones del hombre.

La materia del canto
nos lo ha ofrecido el pueblo
con su voz. Devolvamos
las palabras reunidas
a su auténtico dueño.


Creo que ya había publicado este poema del maestro en este blog o en alguno anterior. Este poema es responsable de que tengáis que aguantarme los delirios poéticos. Quiero dedicarle la entrada al poeta e investigador José Antonio Pamies, que ha descubierto mi secreto.

lunes, 26 de diciembre de 2011

Lámparas.

Tengo una pequeña lámpara LED que emite una luz levemente azulada y me permite escribir en penumbra,  algo que siempre me ha gustado, aunque no soy capaz de decir porque la penumbra - o el silencio- me parecen tan confortables. Por no hablar de los días de niebla, la lluvia, el frío, el olor de la tierra mojada, la bella decadencia de Austria-Hungría y Virginia, Malasaña, Gràcia y otras devociones que, por algún motivo incomprensible, yo asocio a la penumbra y al silencio.
Estoy convencido de que, en algún lugar de esta maraña, está la explicación a mi carácter, a mi gusto por la soledad y mi necesidad de compañía, que se complementan paradójica y perfectamente. Una persona que me conoció bien decía que todas estas rarezas eran producto de una sensibilidad prisionera, fue la misma persona que me animó a escribir para exorcizar mis demonios.

No sé muy bien porque he empezado a escribir estas cosas, pero esta noche ha sido de las que paso en blanco y al final he tenido que levantarme a escribir cualquier cosa y beberme un zumo de manzana como mando yo mismo, que para eso soy ateo. A todo esto, no quisiera perderme más de lo que ya estoy, que la prosa narrativa nunca ha sido lo mío, pero el efecto terapéutico de la escritura ya empieza a notarse.
Esto último es algo muy conveniente después de una comida familiar - de mi reducida familia-. Será que tantos años juntos pasan factura y llega un momento en que las cosas deben decirse de alguna manera para no explotar, así que, por ejemplo, yo escribo y me relajo: es la justificación más convincente a pasar la madrugada, desnudando flaquezas, que he encontrado.
No me gusta la institución familiar y envidio a las familias felices. Este es otro de mis ensamblajes emocionales dignos de estudio; un estudio serio que no agote al investigador, ni aburra al investigado. Esto último es muy importante.

Ya noto como la tensión desaparece, a falta de masajes, debo decir que la capacidad ansiolítica de la escritura es asombrosa y buena sustituta de la fisioterapia de la ternura - algo así como el sexo y el chocolate, o el sexo y la política en el caso de Angela Merkel-.

Bueno, pues ya está, ya he dejado ir los residuos tóxicos tan propios de estas fechas señaladas.

sábado, 24 de diciembre de 2011

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Compatriotas romanos

Quiero que todos tengáis la clara idea de que nos van dar por saco a base de bien, y no solo eso, lo harán con el voto de no pocos obreros, gays, lesbianas, inmigrantes, jóvenes, mujeres, ateos, artistas e intelectuales.
También quiero dejar claro que el voto al PP es completamente legítimo, pero que dárselo cuando uno pertenece a alguno de los colectivos que he citado, es de gilipollas, aunque sea de  gilipollas legitimados.
He dicho.

lunes, 19 de diciembre de 2011

Notas de un blogger

1.- Variaciones Goldberg para un apellido: Urmangarín, Urdanladrín.
2.- El rey lo sabía todo ( leer con música, de peli de suspense, de fondo)
3.- Nota críptica: Madrid, bombones, culottes, películas.
4.- Contemplación de la luna llena en la azotea de un edificio del centro.
5.- Feliz solsticio a todas y todos. Yo soy un ateo sin patria, pero espero que el próximo año sea mucho mejor para todos. Lo digo de todo corazón.
6.- Hay un licor, búlgaro creo, de ciruelas absolutamente imbebible: debe tener cien grados ( o más)
7.- No puede ser que te guste esto.
8.- Confieso que me he reído con películas de Louis de Funes ( ahora me he quitado...o se han quitado ellas)
9.- El frío ha venido de golpe y me gusta, porque así tienes...
10.- Años después he vuelto a la universidad y puedo decir que las carreras se construyen, todavía, como puzzles donde las piezas ( asignaturas) encajan por casualidad, cuando lo hacen.
11.- Ya he empezado a dormir con manta gorda, jijiji...
12.- El regalo de mi vida sería un viaje en dirigible, como los zepelines alemanes.
13.- He descubierto unos milhojas  rellenos de una crema de avellanas y canela, excepcionales.
14.- Releo " Somos el tiempo que nos queda", de Caballero Bonald. Han inaugurado una biblioteca nueva en mi barrio, que quiero conocer.
15.- Hasta aquí. Tengan ustedes una buena semana.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Laura ( Otto Preminger - 1944)




El extraordinario tema principal de una extraordinaria película por la que siento devoción: Laura, de Otto Preminger.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Todo tiene una explicación científica

Mi doctora de cabecera, que tiene a bien torturarme con mi afición a las tapas, las cañas y lo que viene siendo los dulces - sección chocolates- me ha propuesto, bajo amenaza, el inicio de una dieta de esas que provocan desequilibrios emocionales y que algunos llaman de adelgazamiento. Por lo tanto, vais a notar un progresivo cambio en mi sentido del humor. Por ejemplo, explicaré chistes del tipo: " Va un endocrino por la calle, se pega una hostia y se mata no sin antes sufrir un huevo"; o bien, diré: "Va por la calle la enfermera que hace los análisis que manda, o mandaba, el endocrino muerto y se pega otra hostia que, en principio, no era mortal, pero como hay recortes, se desangra y también palma ". Como podéis ver, es todo de mucha risa.
Agur.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Compatriotas romanos

Aquí estamos todos pensando que el gran peligro y el enemigo a batir es la reina de los bárbaros germanos, porque los galos le quitarán el escudo de los pies al enano en marzo, pero ¡ alerta! porque los galos son muy suyos y perfectamente capaces de dejar al enano encima del escudo, solo para tocar los testiculum al pueblo que toma el agua hervida con una nube de leche*.



*Ver " Ásterix en Bretaña".

sábado, 10 de diciembre de 2011

Polvos mágicos

La casa Louis Vuitton, dedicada al diseño y manufactura de unos complementos de lujo, ha decidido complementarse de lujo con unos condones de a cincuenta euros la pieza.
Antes que nada, dejaré claro que estoy a favor del sexo seguro, de las posibilidades lúdicas de los condones de sabores y en contra de la imbecilidad. Por todas estas cosas, no me compraré jamás uno de estos condones, salvo que me garanticen una erección de treinta minutos sin contratiempos clínicos y unos orgasmos más que múltiples con la chica más bonita de la clase ( y, por supuesto, a ella también) No veo otra razón para comprar por cincuenta euros algo que encuentras, por muchísimo menos, en una farmacia de las buenas, es decir, no de las que tienen los chinos al lado del taller de falsificaciones, encima del dormitorio para catorce y que usan también como almacén del bar. Con todo, ya digo que los chinos me parecen más razonables que los dispuestos a gastarse cincuenta euros en un globo de látex, sean de la nacionalidad, raza o confesión religiosa que sean.


Después de despotricar un rato, vuelvo a mis menesteres. En la foto de arriba, el condón de marras. Agur.

jueves, 8 de diciembre de 2011

La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera ( fragmento)

Estaba sentada en el borde de la bañera y no podía dejar de mirar la corneja moribunda. Veía en su absoluto desamparo la imagen de su propio sino. Se dijo varias veces: no tengo en el mundo a nadie más que a Tomás.
¿Había llegado a la conclusión, tras el episodio con el ingeniero, de que las aventuras no tienen nada que ver con el amor? ¿De que son leves y no pesan nada? ¿Ya está más tranquila? En absoluto. Vuelve a su mente la siguiente escena: Salió del retrete y su cuerpo estaba en la antesala, desnudo y rechazado. El alma temblaba, asustada, en algún lugar, en la profundidad de las entrañas. Si en aquel momento el hombre que estaba en la habitación le hubiera hablado a su alma, se hubiera echado a llorar, hubiera caído en sus brazos.
Se imaginó que en su lugar hubiese estado en la antesala, junto al retrete, alguna de las amantes de Tomás y que, en lugar del ingeniero, hubiese estado dentro Tomás. Le habría dicho a la chica una sola palabra y ella lo hubiera abrazado llorando.
Teresa sabe que así es el momento en que nace el amor: la mujer no puede resistirse a la voz que llama a su alma asustada; el hombre no puede resistirse a la mujer cuya alma es sensible a su voz. Tomás no está protegido ante los peligros del amor y Teresa ha de temer por él cada hora y a cada minuto.
¿Cuál es su arma? Únicamente su fidelidad. Se la ofreció desde el comienzo, desde el primer día, como sí supiera que no tenía otra cosa que darle. El amor que hay entre ellos es de una arquitectura extrañamente asimétrica: descansa sobre la seguridad absoluta de su fidelidad, como un palacio mastodóntico sobre una sola columna.
La corneja ya no movía las alas, sólo a veces le temblaba la patita herida, quebrada. Teresa no quería separarse de ella, como sí velase junto al lecho de una hermana suya moribunda. Al fin fue a la cocina a almorzar algo rápidamente.
Cuando volvió, la corneja había muerto.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Saraband ( Ingmar Bergman - 2003)

No sabría decir sí hay otro caso en la historia del cine similar a la unanimidad que provoca Ingmar Bergman en su reconocimiento como uno de los grandes genios del cine, cuyo legado será estudiado, eso espero y deseo, por todos los que en el futuro quieran trazar un semblante claro de la cultura europea, en la segunda mitad del siglo XX.

Cumplidos los ochenta y cinco años, Bergman recuperó a sus personajes de Escenas de un matrimonio, para rodar su testamento como creador. Con los mismos actores que le acompañaron en el proceso creativo de una de sus grandes obras, todas las experiencias acumuladas durante y desde entonces por todos ellos, se desnudan para entregarse a una suerte de exorcismo de los demonios acumulados e invencibles.

Más de 30 años han pasado desde que Marianne ( Liv Ullman) y Johan ( Erland Josephson) se divorciaron y se vieron por última vez; ella es una abogada de éxito y él vive solo en una cabaña repleta de libros y aislado del mundo. Un día, Marianne vuelve al lugar donde vivió su historia con Johan, para hacerle una visita. Sin avisarle. Lo que sigue es un torturante retorno al pasado, un melancólico examen de situaciones que ya no pueden modificarse y de los conflictos que encaran en el presente y que están oscuramente ligados a los de ayer.
Los interminables primeros planos de Bergman, herencia de su formación teatral, que muestran obsesi- vamente todos y cada uno de los gestos de los personajes, se combinan con la atmósfera  claustrofóbica, una sola escena de exteriores, y diseccionan la intimidad de esta pareja definitivamente rota.
Cerca de Johan vive su hijo Henrik ( Borje Ahlstedt) hijo de Johan y de su primera mujer, que mantiene una relación incestuosa, forzada por él, con su hija Julia, la nieta de Johan.
El tono de la película es desgarrador y sus conclusiones, terribles, no dejan resquicio para la esperanza: nadie puede librarse de sus miedos ni de sus fobias, que dominan al ser humano por encima de cualquier otra cosa.

Sarabanda no está entre las grandes películas de Bergman, pero muestra las huellas inconfundibles de la mano de un maestro que se despide del arte y de la vida con un último y definitivo repaso de los deseos, los miedos y los personajes que configuran su mundo. No será la mejor, como digo, pero sí representa algo  absolutamente necesario para entender la vida de Johan/Bergman: el fragmento que faltaba para completarla.

Aquí dejo uno de los diez capítulos en que se divide la película: 






domingo, 4 de diciembre de 2011

sábado, 3 de diciembre de 2011

Janis

Iñaki askatu!




Sacada de la web de El Jueves