lunes, 28 de febrero de 2011

miércoles, 23 de febrero de 2011

Poesía - Jorge Arbenz

A mí me gustaban las
bailarinas porque
eran hermosas No apreciaba entonces
la danza Oh la danza

poesía de proporciones
y equilibrios

La primera vez que hablé con
una bailarina
- la más hermosa de todas de ellas-
me preguntó quién era yo Y sólo
acerté a decirle que nunca
había pensado en
ser poeta

Ella tenía un cuerpo armónico y
yo - que había estudiado siempre en
colegios religiosos-
pensé en penetrarla Sus
besos eran dulces como
la Luna con cualquiera
de sus ( dos) bocas

Cuando fui a confesarme no pude
hacer otra cosa
que pensar en la danza y
abandonar
para siempre a Dios

martes, 22 de febrero de 2011

El golpe


Mañana se cumplen treinta años del golpe de Estado conocido como el "23-F", cuando un grupo de militares y civiles, nostálgicos del franquismo, interrumpieron una decisiva votación en el Congreso, para investir a Leopoldo Calvo- Sotelo como sucesor de Adolfo Suárez, que había dimitido del cargo de presidente del Gobierno superado por la crítica situación del país . La intención no era otra que acabar con el proceso democrático que, con no pocas carencias, se había iniciado en España a la muerte de Franco.
Visto con la perspectiva del tiempo, el golpe fue una gran chapuza que tenía todas sus posibilidades de éxito cifradas en la caótica organización de los servicios de seguridad españoles y la endeblez de las estructuras democráticas del Estado.

De todos los protagonistas conocidos nos queda en la memoria el teniente coronel Tejero, oficial de la Guardia Civil que ya había participado en otro intento involucionista conocido como la "Operación Galaxia". Tejero era un católico integrista vinculado a los sectores más ultras de las fuerzas armadas, conocido por su carácter exaltado y sus escasas competencias profesionales, que reclutó mediante engaños a buena parte de los guardias que entraron en el Congreso.
Probablemente, Tejero se adelantó a las previsiones de otros involucrados en la trama, como el general Milans del Bosch, capitán general de Valencia y uno de los muy pocos altos oficiales respetados por los aliados norteamericanos. Milans se vio obligado a sacar los tanques a la calle en Valencia, para provocar un efecto dominó que no llegó a producirse por la falta de coordinación de los golpistas, y la enérgica actuación de algunos militares que no querían levantarse contra el rey - aunque sus convicciones democráticas dejaran mucho que desear-.
El mensaje televisado del monarca dio la puntilla a la conspiración y detuvo la salida de los carros de la División Brunete, en aquel entonces la unidad más poderosa del Ejército, que se desplegaba con claros criterios de control del orden público en los alrededores de Madrid.
Cuando, a primeras horas de la mañana del 24, se iba haciendo evidente el fracaso del golpe, se produjo una de las escenas más grotescas que se recuerda de aquella jornada, con casi todos los guardias abandonando el edificio del Congreso por las ventanas, mientras el teniente coronel Tejero despedía a unos pocos a la puerta del Congreso, estrechándoles la mano antes de que volvieran a sus destinos - casi todos en la Agrupación de Tráfico de Madrid-.

No he pretendido hacer un comentario exhaustivo de la jornada, porque no estoy en condiciones de añadir nada nuevo a las muchas sombras que todavía la oscurecen, pero me parecía adecuado hacer notar lo frágil que es la libertad y lo importante que es el esfuerzo colectivo de la ciudadanía por mantenerla. Me permito recordar que nadie se movió en este país: ni ciudadanos, ni organizaciones sociales, ni partidos políticos hasta el día siguiente, cuando ya estaba la situación controlada.
Una situación que nos resulta preocupantemente familiar.

miércoles, 16 de febrero de 2011

lunes, 14 de febrero de 2011

Esta vez no tocaba, Bardem.


Ayer se concedieron los premios Goya 2011, que alcanzaban su vigesimoquinta edición, en una gala irregular con algunos buenos momentos y otros bochornosos, como el protagonizado por ese gran imbécil profesional que es Jimmy Jump o la descarada promoción que Santiago Segura hizo de la nueva entrega torrentiana. Por contra, el número musical protagonizado entre otros por Luis Tosar, Paco León y Laura Pamplona,  fue de lo mejor que se ha visto en muchos años.

El reparto de premios obedeció a la lógica de clanes y tics políticos que domina la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas desde su nacimiento. Javier Bardem, un actor excelente y de poderosa presencia escénica, pasó injustamente por delante de los soberbios trabajos de Antonio de la Torre y Ryan Reynolds, castigado el primero por aparecer en la película del rebelde y egocéntrico Álex de la Iglesia y el segundo porque la película era más americana que española - lo que no deja de ser razonable-.
Asimismo se ha olvidado a la gran Terele Pávez, una de las mejores secundarias del cine español. Puede hacerse mención, con no menos sorpresa, a la paradoja de dejar en la estacada a Sergi López, el mejor actor de la gran triunfadora: Pa negre.

La película de Villaronga, una larga y aburrida historia sobre la represión franquista en la dura posguerra española, cumplió con la cuota de empatía hacia cualquier cosa que venga de Cataluña, que algunos progres madrileños parecen tener entre sus obligaciones insoslayables. La mejor película de las cuatro candidatas era, sin discusión, la sorprendente y audaz Balada triste de trompeta . Incluso la concesión del Goya al mejor guión adaptado, prefirió la película de obligado reconocimiento en claro de perjuicio de  Elisa K, una magnífica película también catalana, que ya fue olvidada en la candidatura a mejor actriz en papel protagonista - Aina Clotet-.
No entraré en la necesidad de acabar con los premios de beneficencia - de revelaciones y noveles- por no borrar la sonrisa que provocó la deliciosa y limpia emoción de los jóvenes ganadores, pero quiero recordar que los actores o directores son actores o directores y su trabajo es el mismo, con independencia de la edad o experiencia de quien lo lleva a cabo.

En definitiva, la academia nos regaló con una nueva sesión de terapia para autoestimas bajas, como la que arrastra un cine español tan sobrado de talento como de egos desbocados y servidumbres para-políticas.

La foto es de 20 minutos.

domingo, 13 de febrero de 2011

Premios Goya 2011

Me uno a la moda de dar una lista anticipada de los ganadores/ras de ( algunos) premios Goya:

- Mejor dirección: Álex de la Iglesia, por "Balada triste de trompeta".
- Mejor película: "Balada triste de trompeta".
- Mejor guión original: "Balada triste de trompeta", de Álex de la Iglesia.
- Mejor guión adaptado: Jordi Cadena, por "Elisa K".
- Mejor interpretación masculina protagonista: Ryan Reynolds, en "Buried".
- Mejor interpretación femenina protagonista: Nora Navas, en "Pan negro".
- Mejor interpretación masculina de reparto: Sergi López, en "Pan negro". ( Aunque me cuesta dejar de lado al grandioso Eduard Fernández)
- Mejor interpretación femenina de reparto: Terele Pávez, en "Balada triste de trompeta".
- Mejor película de animación: " Chico y Rita" ( que es maravillosa)

Hay muchos más premios, pero a mí sólo me interesaban estos de manera suficiente. Y con otros, como las "revelaciones", estoy en completo desacuerdo.