lunes, 10 de mayo de 2010

Bipolar

Opción 1
Ayer me di cuenta de que éste de la poesía no es mi mundo, me aburren los trámites sociales, me aterran las presentaciones y no tengo ningún interés en hacer recitales de nada con otros poetas. ¿ Cómo podría decirles, llegado el caso, que su poesía me parece carente de todo interés? El mundo literario no está hecho para otra cosa que no sea el lucimiento de los que aciertan a tocar las teclas de la gloria social.
La poesía es toda ella metapoesía o no es, debe mantenerse al margen de protocolos y convenciones. El mero hecho de publicar un libro de poesía, debería considerarse el mayor acto antipoético posible.

Opción 2
Publicar en Madrid ha sido la decisión más acertada que he tomado en mi vida; de haber permanecido en Barcelona, mi poesía no hubiera visto la luz jamás y, a este respecto, no hay que engañarse: todos los escritores somos unos narcisistas exhibicionistas, siendo los poetas los que con más ahínco buscamos ese reconocimiento - debido, probablemente, a cultivar un género minoritario-. En Madrid se vive el auténtico espíritu revolucionario de la poesía: apenas he aterrizado en la capital, ya he disfrutado de la fraternidad poética.
Incluso es posible que se organice una presentación de la obra; y he recibido una oferta firme, para participar en un recital junto a otros poetas "jóvenes".